Con tristeza, y mucha, abandoné mi retiro sombreado y quieto, de piedras y árboles nobles, para reincorporarme (que militar suena eso) a la cotidianidad (que aburrido suena esto) y a la contribución personal al Producto Interior Bruto (de PIB, pibear ¿no?).
O sea, que back to blogging, aunque no lo dejé del todo en el modo vacacional on. Mirar es uno de esos metabolismos lentos y quise aprovechar la tranquilidad para dejar algunas miradas en el blog. En modo off está más difícil eso de mirar ociosamente.
Tengo que escribir sobre la influencia de la banda ancha en la producción de ideas, que estos días, con el móvil de yoigo, la cosa estaba cruda. Y ni una wifi, oye, se debe de llevar mal con la piedra centenaria. También darán para escribir algo, seguro, las ganas de cambio con las que he vuelto y el resultado (o no) de ese deseo. Ya me he puesto. A ver. Mejor será decir que las ganas, más que de cambio, son de no seguir igual. Parece lo mismo, suena a lo mismo pero no es lo mismo. Sólo escribirlo aquí, ya compromete. Esa también es función de los blogs o, al menos, de este.
Para el primer día de (maldita) “normalidad”, ya he escrito bastante. Sigo con mis horitas de readaptación, a ver si consigo no readaptarme del todo (o en absoluto). Os dejo una última mirada, captada al vuelo ya de vuelta, sin siquiera detenerse por que no fuese que me quedara. No se lee bien, pero se adivina y, si no, os dejo con Google.
Hasta luego, bloggers & readers.
Quiero ser alejandrino (miradas ociosas)
Bueno, pues bienvenido. Espero que la reentrada no sea dura.
Lo que está claro es que tu falta se ha hecho notar en el PIB, porque andan revisando las previsiones de crecimiento a la baja. Va a ser por eso o por la crisis financiera, no sé.
Va a ser por eso, seguro, seguro; ay ¿y después me deseas una reentrada suave?
Bienvenido. Yo estoy notando sintomas de agotamiento, no sólo físico. El lunes no escribí nada, algo que no pasaba en mucho tiempo. Y este jueves emprendo un descanso, así que, si te animas, escribeme algo…