Ante un error de confirmación de transferencia por sms, el servicio técnico de mi banco online me pregunta que si he hecho una portabilidad de mi número de teléfono (si he cambiado de compañía) en el tiempo que transcurre entre hacer dos transferencias bancarías por internet (sí, en unos 5 minutos).
Para solucionar que algunas llamadas entrantes a mi móvil se quedan sin audio a la mitad, el servicio técnico de mi operadora me sugiere que cambie de red cuando reciba una llamada (¿?).
Una administración no me puede pagar una factura porque se equivocaron (sí, ellos) al hacer la resolución; y la única manera razonable de arreglarlo es corregir mi factura, no su resolución, ya que no hay ninguna garantía de que la consigan hacer bien, jamás.
Esa misma administración, para pagarme, necesita que mi banco les certifique que la cuenta donde indico que se debe ingresar el importe de la factura está, efectivamente, a mi nombre (por si soy imbécil e ingreso las pelas en la cuenta de otro).
Ese certificado debo enviarlo por fax, por supuesto, el email no vale.
Y todo en una semana. Bueno, ya es viernes.
La imagen es de catastrofe y la encontré a través de Hardcore Judas. Las historias son mías, lo juro, y son verdad.
Ja, ja, sospecho que lo que mas te ha dolido es lo del fax… Despues de tales acosos a la salud de los administrados recomiendo a todos ver de nuevo la muy buena peli: Brazil, de Terry Gillian (de los Monty Python). Una buena terapia para los maltratos administrativos. Ya en 1985 largaba a gusto sobre
“the craziness of our awkwardly ordered society and the desire to escape it through whatever means possible.”
Salut!
A quién se le ocurre trabajar para la administración
Ya, ya… Brazil debería ser de obligada visión periódica para muchos funcionarios y no funcionarios; que buena parte de mis incidencias kafkianas las he tenido con la privada, como podéis recontar…
Cierto, lo incomprensible se produce en los dos ámbitos. Pero en la empresa cuando se sobrepasa el máximo de incompetencia o absurdez, la cosa quiebra. Pero en la pública la cosa tiene margen para reproducirse ad infinitum…