Ir al contenido


Bucayudens cognofago

Bucayudens cognofago

No sé cuándo murió el último olmo de la Alameda de Sigüenza. Debió de ser, como muy tarde, por los ochenta, cuando llego la segunda variedad feroz del Ceratocystis ulmi, un hongo que, a lomos de un escarabajo, acababa con cien años de olmo en poco más de una semana y que ha dejado las alamedas de Europa arrasadas, con unos escasos y preciosos supervivientes protegidos como reservas genéticas.

Algo así, algo de extinción más lenta, se adivina en la única librería de la ciudad. Un local estrecho y corto donde no caben tres personas de lado entre las estanterías. Pese a lo diminuto, siempre tuvo una buena selección de libros y uno podía arriesgarse a venir a Sigüenza sin ni un libro en la maleta, sabiendo que ya encontraría algo digno de leer en la librería.

Pero hoy he comprobado como el hongo Bucayudens cognofago está, centímetro a centímetro, desplazando cualquier otra sección literaría. El Bucayudens cognofago se caracteriza por parecer un libro, lo imita perfectamente en textura, páginas y letras, pero sus contenidos son deleznables, en lugar de estimular la inteligencia del lector, la reduce a una mínima expresión dependiente de seguir con la lectura de otros hongos-libros que, de nuevo, la empobrecen y la hacen más y más adicta. Su nombre viene del gran número de ejemplares de Bucay que siempre están presentes en cualquier colonia de lo que se han venido a llamar libros de autoayuda, pero que, en realidad, son los portadores del terrible hongo cognofago.

No hay género en esta pequeña librería que ocupe lo que la sección de autoayuda y, año tras año, gana terreno a la historia, la novela, el ensayo; incluso a la la policíaca o a la infantil. El libro (el de verdad, ya nos entendemos) está en peligro y no por culpa de Internet ni del p2p.

Publicado en Libros, Monstruosidades.

Etiquetado con , .


2 Respuestas

Sigue la conversación, suscríbete al RSS feed de los comentarios de esta entrada.

  1. María dijo

    El caso es que son como los hongos ascomicete, dejan un dinero incalculable.

  2. los sueños de la razón dijo

    Caramba, María, qué puesta en esto de los hongos, aunque yo los compararía con los alucinógenos… también.



Un poco de HTML está bien

o responde a esta entrada a través de una referencia.

CommentLuv badge