Las autoridades telecos se comportan como la gente de mala calaña que son y en lugar de ofrecerme una banda entre estrecha y normalita, me proveen con un hilo de bites lentos y patosos; así que mis oportunidades de leeros y escribir se han limitado mucho.
Hoy, sin embargo, he estado husmeando por Sigüenza a ver si encontraba una wifi abierta. Los curas tienen wifi, por supuesto, cerrada; pero en la placita, bien en lo alto de la ciudad no sólo he encontrado unas wifis generosas, sino también unas mesas y bancos para situarme cómodamente como podéis apreciar en esta mirada ociosa.
Así que de aquí a poco, sigo; ahora no, que me apetece leer (libros de papel) un rato.
0 Respuestas
Sigue la conversación, suscríbete al RSS feed de los comentarios de esta entrada.