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La documentación del Instituto de Empresa bajo licencia Creative Commons

ie-cc1 Me ha parecido muy interesante y significativo que el Instituto de Empresa haya empezado a publicar sus materiales bajo la licencia de Creative Commons. Aún no he visitado a fondo la web, que ha empezado a ofrecer sus contenidos multimedia, pero lo que he visto por encima parece suculento y bien ordenado.

Que una institución de este tipo, tradicionalmente muy celosas de sus derechos de propiedad, permita este acceso libre a sus conocimientos supone un precedente muy valioso para los que estamos por el conocimiento abierto y, especialmente, en el terreno de la consultoría y de la mejora de las organizaciones. Cómo dice Enrique Dans, que se ha apresurado a celebrar este hecho, este acto incrementa el valor de la organización que lo lleva a cabo: “el valor no está en hacer fotocopias de los materiales ni en mantenerlos escondidos en oscuras criptas, sino en otra serie de factores mucho más difíciles de imitar“.

Bastante antes de que el modelo de propiedad intelectual y del copyright entrasen en la crisis actual, generada, en definitiva, por un ancho de banda y una red que acaba abriéndolo prácticamente todo, asistí a bizantinas discusiones en mi empresa sobre si los materiales deberían llevar un copyright corporativo o personal de su autor; mientras yo pensaba y decía que bastaba con citar la autoría, que pretender dotar a los materiales de una consultora de propiedad intelectual era de una soberbia infantil y ridículamente inútil. Los contenidos son sólo pistas, ventanas al conocimiento que da valor a su autor, pero el verdadero valor está en seguir produciendo conocimiento, no en atesorar lo que ya debería ser viejo después de presentarlo. La idea de que el conocimiento pueda amortizarse es propia de una economía de burbujas frágiles y destinadas a reventar.

En el barrio estamos acostumbrados a  poder disponer de las publicaciones, presentaciones y materiales en general que van produciendo los autores; pero en la mayoría de las ocasiones en que se acude a un evento, jornada o conferencia destinada a empresas, nos quedamos con un palmo de narices cuando los ponentes exponen y ni ellos ni la organización están dispuestos a dejar sus pouerpoins a disposición del público; no sea que les robemos su talento.

Así que muy bien, da gusto cuando se hace verdad que el tiempo va dando la razón.

Publicado en Conocimiento, Consultoría, Open.

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3 Respuestas

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  1. Senior Manager dijo

    Entre esta noticia y la apertura de La Vanguardia a su hemeroteca, me parece que la sociedda se ha anotado un par de puntos positivos en pro de un conocimiento más accesible y compartido. Definitivamente ganamos todos, este es el futuro del conocimiento.

  2. los sueños de la razón dijo

    Pues tienes razón en ver cierta convergencia en estos dos hechos. Son buenas señales, efectivamente.

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  1. Conocimiento abierto enlazó a esta entrada el Viernes, 31 octubre 2008

    [...] Sueños de la razón [...]



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