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El talento y sus miserias

humor,text,colorful,love,shit,typography-00a88771815e0ac72d2d46f5d35142b0_h Odilas nos invitó a dar ideas sobre el (supuesto) tema del Empleo 2.0, un título a la moda para hablar de las transformaciones del mercado laboral relacionadas con las tecnologías y todo esto que llevamos entre manos, teclados y ratones. La entrada ha dado de sí y han aparecido suculentos comentarios sobre el talento y sus miserias. Llega un punto en que prefiero separarme de la línea de comentarios y conversar de blog a blog. Para resumir, pienso que la la cosa se ha situado entre diversos enunciados:

  • La empresas tienen que ser capaces de seleccionar y gestionar el talento; y por gestionar habrá que entender saber retener el talento y sacarle el mejor partido. Es lo que se llama gestión del “capital humano” y parece que su premisa más sabia es la siguiente:
    1. Talento = valor = money (de hecho, talento viene de la medida antigua de peso aplicada a minerales preciosos o a monedas).
    2. Soy empresa y quiero valor, money, money, money.
    3. Si un menda es talentoso, ese menda vale (money, money, money) , luego debo retener a este menda todo lo que pueda mientras sea talentoso.
  • En fin, toda una demostración de sabiduría que se traduce en una serie de técnicas elaboradas por hábiles consultores de RRHH:
    1. Hay que localizar, atraer y seleccionar a los talentosos; esto es: no hay que contratar a gente inepta y torpe y se debe tener una empresa guapa, confortable y amable, o los talentosos mirarán para otro lado.
    2. Hay que retribuir el talento (money, money, money) competitivamente (pagar lo justo, pero pagar decentemente).
    3. Hay que promocionar a los talentosos que, en definitiva, quiere decir darles más money a cambio de más trabajo de manera que el ajuste dé como resultado el máximo rendimiento por el mínimo money. No honey, no money, baby
    4. Hay que inventarse lo que sea para que los talentosos se queden si el dinero no les mola tanto como a nosotros. A ese conjunto de actividades recreativas les llaman programas de retención del talento.
  • Todo lo anterior es pura consultolabia, una manera de hacer lo evidente, complejo para poder cobrar por ello. En esa línea argumentaba Yoriento en la misma entrada:
    Twitter - Yoriento- @suenosdelarazon -Publicit
  • Ya antes comentó que ese discurso estaba sobrevalorado, aunque interpreté que lo que lo estaba era el concepto de talento, así que introduje otro nuevo enunciado diciendo que el mercado laboral actual ha establecido una reglamentación de las relaciones laborales donde el talento es lo más difícil de incluir en el trato. El resultado es mucho, casi todo, talento desperdiciado y contratado bajo condiciones indignas, como en el caso que David ilustra. Nos movemos en esa hipocresía del discurso empresarial donde los top hablan del valor del talento y los más lo desprecian absolutamente, mientras los consultores buscan como secuestrarlo y explotarlo al máximo en el menor tiempo posible. De hecho el sistema parece interesado en que nadie sea capaz de valorar su(s) talento(s) y hay cierta complicidad entre el mercado laboral y el sistema educativo, pero eso es otra historia…

Desde luego que lo 2.0 y estos discursos sobre el talento tienen algo en común: el conjunto de obviedades y huecas maravillas con que muchas veces nos quieren enredar para que, en definitiva, no cambie nada. Mientras hablemos de gente que quiere “gestionar” a gente, el discurso sobre el talento va a seguir siendo una treta utilizada por los RRHH (oxímoron). Y desde luego que los conceptos de colaboración, apertura y red deben insertarse en el contexto de lo laboral, pero habrá que radicalizarlos para que lleguen a todos. Por ahora, quizá seamos unos cuantos entusiastas que nos evangelizamos unos a otros. David lo acaba de constatar también en un tuiteo:

Twitter - David Sanchez Bote- La gente que no está en el ..._1227114908112

En fin, comentario de blog a blog, ya digo; quería almacenar en mi cuaderno algunos de los pensamientos que me ha sugerido la conversación. No dejéis de seguirla completa en el blog de Odilas, que hay más y muy interesante, de verdad.

Coreemos todos…

Publicado en Equipos y personas, Opinión, Organizaciones, Trabajo, Web 2.0.


5 Respuestas

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  1. yoriento dijo

    La gente no odia lo 2.0 ni lo teme, simplemente no lo tienen accesible ni lo usan realmente, es decir, de forma cotidiana y aplicada en sus propios trabajos, más allá de “en mi oficina tengo internet.”

    No se lo ponen fácil para aprenderlo, para utilizarlo y para apreciar sus tremendas ventajas personales y profesionales aquellos que pueden hacerlo, porque una cosa es hablar de talento para atraer y retener con el canto de sirena ahora llamado gestión-de-personas (prefiero RRHH, al menos ya conocemos ese collar), y otra muy diferente ofrecer facilidades para que la gente desarrolle el suyo y se relacione con otra gente que a su vez desarrolla el suyo, y así hasta lo 3.0 ;-)

  2. Uxio dijo

    Aburrimiento mortal es lo que me produce a mi lo del “talento”. No quiero pasarme de radikal pero para mi la “gestión del talento” se ha convertido en el último refugio de RRHH para pensar qué pinta algo en las organizaciones. Es como la última ilusión de jugar un papel estratégico. Prefiero dedicarme a otras cosas, sinceramente, que a darle vueltas a la gestión del talento.

    http://humanresources.blogs.ie.edu/2008/11/tambien-el-talento-entra-en-cr.php

  3. Odilas dijo

    Creo que nos han tomado el pelo tantas veces con discursos hipócritas que ya no creemos que se salve nadie.

    Yo creo en el talento (ya, otra obviedad), lo he visto en acción demasiadas veces como para negar su fuerza. El problema es que esas personas no pueden mantener una relación de igualdad con sus empresas, empleadores y gerencillos. Esa relación podrían mantenerla con el mercado, pero no con alguien con quien en un acto de complicidad (casi inconsciente) han depositado la gestión de su vida profesional a cambio de una estabilidad (laboral, económica…)

    A partir de aquí, la miseria está servida: Nos convertimos entonces en recursos al servicio(lícito pero miope), de una cuenta de resultados, y recibiendo un doble discurso perverso que nos dice que para la empresa “lo importante son las personas”.

    Es difícil salir de esa rueda. Muy difícil. Sobre todo por eso que dices de que “el sistema parece interesado en que nadie sea capaz de valorar su(s) talento(s)”. Si lo hiciéramos (y lo haremos) el sistema se tambalearía.

    Procuro huir de la consultolabia, intento ser coherente y aunque no siempre que hablo lo hago desde el conocimiento profundo, jamás digo cosas en las que no creo. Intentaré, con un discurso que puedan seguir, evangelizar sobre esas alternativas que muchos vemos.

    Me has hecho un buen resumen de lo que me quería llevar de vuestras aportaciones. Gracias my friend ;-)

  4. los sueños de la razón dijo

    De acuerdo con todos y todos de acuerdo… Y ahora ¿Qué hacemos? Ay, que necesitamos una nueva toma de la Bastilla ;-) .

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