Definición (de la Wikipedia):
“La informática es la disciplina que estudia el tratamiento automático de la información utilizando dispositivos electrónicos y sistemas computacionales. Informática es un vocablo proveniente del francés informatique, acuñado por el ingeniero Philippe Dreyfus en 1962, acrónimo de las palabras information y automatique. En lo que hoy conocemos como informática confluyen muchas de las técnicas y de las máquinas que el hombre ha desarrollado a lo largo de la historia para apoyar y potenciar sus capacidades de memoria, de pensamiento y de comunicación.”
Casos (de la vida real, elegidos entre muchos):
- Un nuevo jefe de prensa se sienta en su despacho por estrenar. Enciende el ordenador, abre el explorador y nada. Llama a informática y descubre que no tiene permiso para acceder a internet. Explica que es el jefe-de-prensa, de-prensa, que necesita acceder a internet. Como si es Bill Gates, que para acceder a internet debe solicitarlo por el procedimiento adecuado, mediante un formulario debidamente firmado por su superior con copia aquí, copia allá y copia acullá.
- Un usuario de una aplicación administrativa procede con los pasos necesarios para acceder a la misma: Solicitar a informática su inclusión como usuario (de una aplicación que se ha determinado necesaria para su puesto). Esperar varios días a que esa solicitud pase por servicios jurídicos, personal y secretaria. Obtener el permiso previo. Enviar, por fax, naturalmente, su DNI junto con su firma y, al cabo de unas, horas llamar a informática para solicitar sus claves de acceso. Que su firma no coincide con la del DNI. Que cómo que no coincide si el DNI y la firma son suyas. Que no. Que envíe otro fax con el DNI y la firma correcta. Vale. Que vuelve a no coincidir. Que no puede ser, que le jura que él es él mismo, el del DNI y el que firma. Que no. Que si usted es grafólogo o algo. Que yo soy el que dice si la firma coincide o no. Que envíe otro fax. Vale. Se coge el DNI, se escanea, se separa la firma, se limpia la imagen, se corta, se pega y se envía por fax junto con el DNI fotocopiado. Que vale, que ahora sí, estas son sus claves. Por teléfono.
- Un directivo explica que sus equipos están obsoletos. Tienen más de 7 años. Los trabajadores no pueden abrir una hoja de cálculo y un tratamiento de textos a la vez porque se cuelga el PC. El informático le pregunta que cuántos usuarios tiene que necesiten hacer eso. En serio. Sin comentarios.
- (Colofón) En una administración cualquiera: todos los ordenadores tienen bloqueados las disqueteras y los puertos USB para el uso de memorias portátiles, el explorador de internet no dispone de Java ni de Flash para evitar el peligro de intrusiones maliciosas, no se puede enviar por mail nada superior a 1 Mb ni a más de 10 personas (para evitar el conocido spam del funcionario), el lector de CDs sólo lee y no se permite que ejecute ningún programa del CD. Un día, un trabajador descubre que la carpeta de red donde estaba toda la información del departamento ha sido borrada hasta el último bit. La copia de seguridad ya ha sido machacada con la nueva copia de seguridad (de nada). Nadie puede averiguar quién ha sido el torpe o el vándalo que se ha cargado una ingente cantidad de información de los ciudadanos.
Mi reconocimiento a la labor de los profesionales de la informática que nos facilitan la vida. No es ironía. Son muchos. Pero son, aún, pocos. Siento que tengan que pasar por escuchar y leer anécdotas como estas continuamente. Ellos, personalmente, no se lo merecen. Pero pasan. Son verdad casi literalmente y tan frecuentemente que deberían ser consideradas síntomas de una enfermedad corporativa profesional.
Foto | chain & computer 1 de jennylrae
En realidad la responsabilidad es de las propias empresas y admons. que no forman a sus empleados en la gestión y mantenimiento básico de sus equipos y software, en parte porque no se fian, lo que hace que dejen en manos de informaticos estas labores sencillas que no deberían corresponderles y que no están motivados para hacer, lo que hace que las hagan mal, y que los empleados no estén contentos y trabajen menos y peor… ¿Por donde empezamos a meterle mano al asunto?
Ah, la Administración… cuántas cosas ridículas pueden llegar a pasar cuando se sublima la burocracia.
Por cierto, ¿en qué consiste exactamente el spam del funcionario?¿en reenviar a toda su lista de correo miles de chistes y presentaciones “graciosas” en power point?
Pues no sé Félix. Puede que sea eso que dices. Aunque yo me inclino a pensar que forma parte del delirio conspiranoico que provoca esa enfermedad profesional. Uno de los enfermos que conocí estaba muy preocupado por que los trabajadores empezasen a enviar fotos de sus señoras a todo el mundo… Ya ves.
Y, Yoriento, no sé si eso que dices… Una cosa es hacer mal el trabajo, someterse a la burocracia, y otra es entrar en aberraciones sin medida. No entiendo yo que en una disciplina tan racional como la informática se den situaciones tan completamente ilógicas y, además, se defiendan numantinamente. Algo más hay que motivación y formación.
Los informáticos también son auténticas cajas negras, y en eso se basa su poder. Si comparten su conocimiento -hay cosas que son mucho más sencillas de lo que parecen, sobre todo cuando la mayoría de usuarios de la red corporativa son usuarios habituales de informática doméstica-, si enseñan en lugar de imponer, entonces muchos de ellos dejarían de ser imprescindibles. Pero en todas las organizaciones públicas abundan este tipo de perfiles: el responsable de administración que teme perder autoridad si te explica la diferencia entre el capítulo I y el IV; el jurista que te recuerda que tu propuesta es contraria al espíritu de la ley; el funcionario de carrera que no te explica la razón de ser de sus procedimientos, no sea que muchos de ellos no sean necesarios, su labor resulte ser sencilla y deba prescindir de parte de su sobredimensionado equipo… Ah, la administración (lo siento, me niego a escribirlo en mayúscula)…