Juan Freire ha puesto en su blog las versiones completas de dos cuentos publicados en ABCD. Muestran dos alternativas a la evolución de la red. En el primer escenario, la red se ha domesticado (casi literalmente) para librarnos de su caos y anarquía; en el segundo sigue el curso errático en el que los usuarios definen sus propios servicios.
Siguen algunos fragmentos de los dos cuentos. No dejéis de leerlos.
Primer escenario:
“No estoy en Internet, estoy en mi red y puedo trabajar con tranquilidad con mi banco o supermercado de confianza o hablar sin temor con mis amigos. Y sobre todo, nuestros hijos están protegidos bajo el cortafuegos vigilado por nuestro proveedor, alejados de ese mundo salvaje en que se había convertido Internet en 2007.”
“Cuando Google, el gobierno y las editoriales llegaron al acuerdo de colaboración muchos nos sentimos más tranquilos. Al fin la selva de información en que se había convertido la red iba a ser ordenada para transformarse en un jardín. (…) ahora se que los contenidos que se anuncian oficialmente son completos, objetivos y avalados por los mejores especialistas.”
Segundo escenario:
“Fue una tarde extraña, la red wifi no iba bien en el barrio. ¿Mucha gente de vacaciones?, ¿algún fallo eléctrico? El caso es que salí a dar un paseo y, de pronto, me sentí perdido. No sabía donde estaban mis colegas ni recibía las ofertas de la panadería cuando pasaba por la esquina de siempre.”
“La información fluye continuamente por las redes y dedicamos nuestro tiempo a filtrarla, remezclarla (otro concepto tabú en el mundo académico que se ha acabado imponiendo) y hacerla valiosa para otros. Algunos dicen que nos dedicamos al bricolaje, otros prefieren hablar de que somos brokers de conocimiento.”
El primer escenario estremece porque la web se refugia en un entorno aislacionista, de pequeño barrio donde todo el mundo se conoce y se controla mutuamente; pero es un escenario amigable y seguro. El segundo escenario inquieta por la falta de límites, por que no se puede abarcar; pero permite tanto la iniciativa como la colaboración abierta ¿Cuál de los dos os da más (o menos) miedo?
Y, pensando en estos dos escenarios, ¿no os recuerdan a las alternativas políticas entre las que ha transcurrido buena parte del siglo pasado?
Creo que los 2 escenarios me dan mucho, mucho miedo. Prefiero la red tal y como está actualmente, con sus defectos y sus virtudes. Pero eso de los “brokers del conocimiento” me ha puesto los pelos de punta.
Una pregunta aunque no venga mucho al caso, he leído, no sé ni donde ni cuando (pena de memoria la mia); que a partir del 15 de enero a los menores de no sé que edad iban a permitirles el registro de un dominio de modo gratuito ¿conoces algo del tema, tu que eres un hombre de red?.
Muchas gracias.
A los menores de 30 años, creo, lo mencioné en el penúltimo semanal y la noticia es esta