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¡Suuuper… Funcy!

¿SuperFuncy?SuperFuncy es un mote cariñoso para un personaje entrañable de nuestra sociedad ¿Es un laboral? ¿Es un director general? ¡Nooo! Es ¡SuperFuncy! el SuperFuncionario al rescate. Me lo suelo encontrar en jornadas y congresos donde, después de que representantes políticos y ciudadanos expongan sobre un tema candente y de actualidad, SuperFuncy pone las cosas en su sitio.

Por ejemplo, una subcomisión parlamentaria da forma a una serie de directrices para el fomento de la sociedad del pan con tomate y jamón. Pues cuando le toca, SuperFuncy agradece a los chicos del parlamento su trabajo y anuncia que por su parte, para poner las cosas en orden, se va a crear una comisión para la definición y puesta en marcha de un Consejo Permanente de Fomento de la Sociedad del Pan con Tomate y Jamón (el CPFSPTJ o “cepefesepetejota”) que aglutinará a representantes de toda la sociedad, realizará informes periódicos de la situación y aconsejara a los gobiernos de turno, sea cuál sea su color, sobre la sociedad del pan con tomate y jamón. Además, y para ir haciendo boca, a las N directrices de la subcomisión parlamentaria, la dirección general bajo su SuperMando ha añadido N+x consideraciones, Z de ellas para facilitar la transición de la sociedad actual a la del pan con tomate y jamón. También han modificado varias normas y reglamentos que permitirán a todas las administraciones, a partir de un fecha próxima, tener en cuenta el uso del pan con tomate y jamón en su gestión (lo que quiere decir es que, hasta ahora, sus reglamentos y normas no lo permitían). Finalmente explica que hay muchísimas medidas más que se van a tomar pero que no es el caso explicarlas o su exposición sería demasiado larga y eso… Y suele agradecer a toda la sociedad y a sus representantes presentes su colaboración para que su dirección general pueda hacer su trabajo de poner orden, supervisar y asesorar a parlamentos y gobiernos y reglamentar y encauzar los avances de la sociedad y las iniciativas ciudadanas.

SuperFuncy es así. Es capaz de conseguir, gracias a sus poderes de generación de gravedad centrípeta, que una cantidad ingente de fondos del estado se destinen a tareas totalmente innecesarias; que los gobiernos parezcan pandas de adolescentes inmaduros que necesitan de su paternal guía; que los parlamentarios sean alumnos que le presentan los deberes y que los ciudadanos que asistimos a sus charlas nos dividamos entre la plebe infinitamente agradecida y los villanos perversos rencorosos por ser tratados como imbéciles.

Cambiad lo de la sociedad de pan con tomate y jamón por casi cualquier tema al uso y ya veréis como reconocéis a SuperFuncy.

Publicado en Monstruosidades, Opinión.

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