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(Des)Estructuras

Question Everything?De nuevo de ronda por administraciones tirando a pequeñas y otra vez me quedo perplejo ante el problema más urgente de todas ellas: su gente, su organización.

¿Es creíble que me estén contratando (y no soy al único) para que les explique cómo está organizada su organización? Será increíble, pero me pasa. Estoy siendo contratado porque nuevos directivos se encuentran con una curiosa gentada de trabajadores y no consiguen saber a qué se dedican, de quién dependen, a dónde van ni de dónde vienen. Son jefes que han llegado al puesto políticamente, claro, y no consiguen encontrar un sólo papel ni un sólo humano que les informe de qué es lo que pasa en la casa de la que son paterfamilis.

El caso es que empiezas a rascar y, efectivamente, hay un jefe de sección que no tiene sección y que depende de alguien que dice que no le manda. También hay un tipo que firma con un cargo inexistente, pero todo el mundo lo da por hecho y no pasa nada. Hay un jefe de equipo que anda buscando a su equipo pero cada vez que pregunta a alguien “¿Es usted de mi equipo?” siempre encuentra una negativa por respuesta. También hay un menda que sólo responde ante dios y el Político Electo, que los demás no pintan nada y no hay que perder el tiempo con ellos. Hay gente sin despacho asignado y despachos llenos de papeles, con los ordenadores encendidos, donde nunca se ha visto a nadie sentado. Hay una escuela con más profesores que alumnos, además del director y de un par de administrativos. Hay nominas que son cobradas por personas que nadie recuerda haber visto jamás y hay gente que cobra pero nadie encuentra su nómina.

Pensaréis que exagero. No. Sólo lo expreso tal cual, bien claro y conciso; pero cosas así he visto, veo y veré: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos “C” brillar en la oscuridad cerca de la puerta de “Tanhauser”. Sí, como Roy Batty en Blade Runner.

Lo que me pregunto es cómo puede ser que, pese a todo, estas organizaciones sigan funcionando, cada día abran sus puertas, atiendan a gente y tramiten cosas, expedientes, den servicios.

En cuanto lo avirigüe, os lo cuento ;-) .

Mientras, he visto este vídeo y me ha parecido de lo más adecuado, pero ya sabéis que, de vez en cuando, alucino…

Publicado en Administración, Consultoría, Organizaciones.


13 Respuestas

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  1. Luis-tic616 dijo

    Para tu (ficticio) consuelo (y el mío como ciudadano usuario ) no sólo pasa en la administración pública. En las privadas pasa lo mismo, y no sólo por temas organizativos sino también en procedimientos de trabajo

  2. brujo don carlos dijo

    Trabajé hace años en una Administración y no pequeña -la Comunidad de Madrid- y doy fe de que todo lo que cuentas es cierto.

    ¿Por qué funciona a pesar de todo? Supongo que porque hay un 10% de personas que son capaces de seguir trabajando inmersos en el caos.

  3. los sueños de la razón dijo

    Ya, Luis, ya. También lo he comprobado en la privada, pero es que últimamente la cosa está como salida de madre, de verdad; o será que como he vuelto a la consultoría hace poco, no me acordaba de que era así.

    Ese 10% de cada administración, Don brujo, si los juntásemos, arreglaban el mundo ¿no? ;-)

  4. Anna dijo

    El dedo en la llaga, pero la realidad es así de cruda. Incluso más. Se podría escribir un libro sobre aventuras y desventuras en la administracion pública y parecería de ciencia ficción. Si os lo contáramos los que lo sufrimos en nuestras propias carnes…

  5. los sueños de la razón dijo

    De todas maneras, Anna, como dice Luis, no son llagas exclusivas de la administración. No quisiera que os quedaseis con la impresión de que es una entrada crítica sólo con la administración; aunque es verdad que sus particularidades en “gestión” del personal agravan la desestructuración esa.

  6. Anna dijo

    Quizás los nombramientos de caràcter político de parte del personal de gestión, las renovaciones de “cúpula” cada cuatro años y el relativo conocimiento de estos profesionales sobre las peculiaridades de cada institución nos ayudan poco. Así que mandato tras mandato, se acumulan las barbaridades en organigramas, RLT, descripción de funciones y cargos de confianza. Y un poco todos nos preguntamos: ¿Quién le pone el cascabel al gato?

  7. navarros dijo

    Pasa en las grandes empresas seguro, pero también en las pequeñas que no existe una busqueda de la eficiencia o en su defecto la presión por el coste de las cosas de un jefe maniatico. Lo mejor es que todo el mundo desea hacer su trabajo de forma correcta y si les preguntas a cada uno individualmente, habitualmente, saben como conseguirlo pero….siempre se ha hecho así como en el paradigma de los 5 monos (http://barrapunto.com/articles/02/06/22/0222234.shtml).

  8. Iñaki dijo

    En 25 años de funcionario he visto unas cuantas cosas, pero ¡vive dios! que tu relato me parece exagerado. Espero no toparme con semejante esperpento en los años laborales que me quedan. Seguiré atento por si das más pistas.

  9. los sueños de la razón dijo

    ¿Quién le pondrá el cascabel, Anna…? Pues como no sea un político con ideas claras… Lo de las RLT (Relación de Puestos –llocs en català– de trabajo) no tiene nombre y ha se está convirtiendo en un seguro de inmovilismo.

    Bienvenido, Navarros, pues lo del los 5 monos está bien, pero los pobres micos no tenían alternativas ni ganancia alguna, mientras que los humanos solemos gozar de variadas posibilidades con diferentes relaciones de coste / beneficio y, aún así…

    Iñaki, de verdad que no he exagerado más que en la persona en busca de su equipo (que me pareció bonito en tanto que gesta poética). Lo demás, por increíble que parezca, lo he visto. No todo a la vez y en la misma organización, pero más del 50% de lo expuesto en más de una y de dos y de tres entidades. En serio. En cualquier caso, tropezarte con ese esperpento (muy acertado el calificativo) tiene su interés. Es como meterse en un relato surrealista, pero en vivo y en directo. ;-) . Supongo que tu carrera ha transcurrido en entidades tirando a grandes o medianas, en las pequeñas de por estos lares… tal cual, de verdad.

  10. Félix dijo

    Al final va a resultar que las personas son más inteligentes que las organizaciones y que de alguna manera se las organizan para que las cosas funcionen. ¿Que la mera suma de intereses, voluntades y acciones particulares no es muy eficiente que digamos?. Ya, pero quién le pide eficiencia a la administración; se le piden sólo resultados, y muchas veces ni eso.

  11. los sueños de la razón dijo

    Ocurre que cuando la organización no te aporta nada más que el sueldo y una manera de ocupar las horas, te refugias en las tareas más sistemáticas y rutinarias. Desaparece el trabajo en equipo, la evolución y la innovación y sólo modificas lo imprescindible para que todo siga igual. Por eso siguen funcionando las organizaciones, especialmente si su supervivencia no depende de su eficacia ni de su eficiencia, por que no hay nada más que hacer que lo que siempre se ha hecho… o algo así…

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