Si algún tópico se da entre las demandas de consultoría es la petición de ayuda porque hay problemas de “comunicación”. Cuando me encuentro con una descripción del problema de una organización es esos términos, podría jugarme una mano a que los problemas poco tienen que ver con la calumniada “comunicación” (¿y qué haría yo con tres manos?). Bien mirado, muchos problemas de relaciones entre personas se atribuyen a la (mala o ausente) comunicación; pero a poco que se escarbe, la comunicación suele ser la manera fácil de denunciar problemas más de fondo. Lo de llamar a todo “un problema de comunicación” es como una consultolabia inversa: a lo que es complicado se lo simplifica usando un comodín. Por ejemplo:
- Dar instrucciones y que los demás no les hagan maldito caso no es (probablemente) un problema de comunicación, es que no les da la gana de seguir tus instrucciones. Tranquilo, que han llegado altas y claras, pero es que no convencen a nadie.
- Que mientras uno intenta conseguir A, otro trate de lograr B, siendo el logro de B incompatible con conseguir A no es (probablemente) un problema de comunicación, es un problema de coordinación, planificación o mala leche.
- Que tu creas que algo es muy importante, prioritario y urgente y los demás piensen que no hay nada menos importante, que otras cosas son más urgentes y que las prioridades las ponen ellos, no es un problema de comunicación sino de que no hay ni un sólo criterio compartido.
- Si nunca os reunís, ni informáis, si el correo electrónico lo usáis (casi) exclusivamente para enviar pouerpoins graciosillos y después cada uno hace lo que le pasa por el forro, no tenéis un problema de comunicación, es que la cosa no va así…
- Si te repiten hasta la saciedad que es necesario esto y lo otro para hacer el trabajo y aquí nadie toma ninguna decisión al respecto, la cosa se llama desidia, de-si-dia, nada que ver con emisores y receptores.
- Si tu crees que tu jefe es la Señora Mengana y la Señora Mengana dice que tu no eres de su equipo, o si Mister Fulano cree que manda a Don Zutano y Don Zutano no sabe ni quién es Mister Fulano, la cosa se llama desorganización, pero no es que no os entendáis (que también).
- Que no te hables con ese o con el otro es un problema de manifiesta hostilidad, no de comunicación. No comunicarse es la consecuencia.
- Si después de llegar a un acuerdo sobre lo que vais a hacer no os volvéis a ver hasta que alguien detecta que de lo dicho, nada y que la cosa no tiene buen arreglo, no es un problema de comunicación, es que trabajar juntos va de otra manera.
- Si los teléfonos van, el correo electrónico también, habláis el mismo idioma pero aquí nadie lee lo que escribe el otro ni nadie consulta a nadie, el tema no es la comunicación; la cosa es mucho más grave, lo que escribís no interesa a nadie y a nadie le importa un comino la opinión del otro.
- Un malentendido no es lo mismo que una metedura de pata descomunal.
En serio, creer que todo eso son “problemas de comunicación” es un “malentendido”.
Podríamos seguir con un montón más de problemas de “comunicación” como esos, pero lo dejaremos aquí, a ver si sugerís algunos más vosotros. Hasta para una wiki de malentendidos daría la cosa…
Esto sí es un problema de comunicación ¿o no?
La verdad es que bastantes empresas de selección de personal se lo curran con el tema de publicidad.
Uno de los pocos espacios que he tenido de comunicación últimammente ha sido para corroborar la falta de ella….
El tema de la comunicación es muy socorrido… como el de la motivación.
Le he seguido dando vueltas al asunto del tópico de la comunicación y en el viaje de retorno de Lérida a BCN se me han ocurrido otras anotaciones. Es que, claro, el tema me suele tocar de cerca…
Hay algo que no me termina de encajar.
Veamos, a mis años, realmente, la incompetencia basal del ser humano me parece lo que se podría llamar una actitudideaconsultofacil.
Partamos de que las cosas son, en esencia, sencillas y de que realmente cuando alguien quiere comunicar comunica y si no lo hace, sospecho que es porque realmente no quiere hacerlo ( no podemos hablar de falta de habilidad si no hay voluntad para desplegarla en un momento dado).
Sinceramente creo que detrás de las demandas/quejas/necesidad de comunicación por parte de clientes se halla una firme voluntad de no comunicar. Quizás hay quien quiere que se le entienda sin más, esto es, sin necesidad de explicarse. Por telepatía (hace poco un alto directivo me comentó su deseo de que sus directivos interpretasen al pie de la letra su pensamiento…) Sí, ya se que esto no es comunicar y que es difícil de sostener pero en un mundo en el que se cree en el fundamento empírico de las Constelaciones Organizativas (por ejemplo) se puede esperar de todo.
¿Qué por qué se expresa como problemas de comunicación?
Sea porque se lleva la palabrita y en un entorno donde prevalece la forma sobre la función esto es importante. Sea porque quien más quien menos tiene un puñado de horas lectivas en management y tira de un vocabulario que no se ha parado a reflexionar. Sea porque la reflexión no es precisamente uno de los valores más perseguidos en un mundo con prisas. Sea por lo que sea, lo que es cierto es que de problema, haberlo haylo, lo realmente interesante es saber cual.
Ante tamaña incertidumbre opto por aplicarme el cuento a mi mismo. ¿Realmente comunico? esto es, ¿me preocupo por entender lo que se me dice (incluyendo la probable posibilidad de que las palabras amplíen su campo semántico día a día…) y por transmitir mi idea de manera infalible (efectiva, graciosa y dicharacheramente)?
Sea como sea lo que si quiero es alejarme de una postura demiurgica donde a partir de escenarios imaginarios, aplaudo o riño a los actores en función de la adecuación de su ejecución a un guión que, lo más probable es que no conozcan o no hayan entendido…
Ante esto, ¿que hemos de hacer? ¿Darle una palmadita en la frente y decirle “tontiiiiin”? ¿Esto se puede facturar ?
Magnífico el post!!! Y muy instructivo.
Bueno, yo suelo decir que no veo el problema de comunicación… que qué le parece si abordamos la cosa con otra perspectiva, por ejemplo, ¿por que no escribimos algo legible? Sólo para variar… a ver qué pasa… también podríamos probar de preparar las reuniones ¿eh? ¿qué le parece? Lo de tontiiiín creo que no, que no se puede facturar ;-D .
Este comentario tuyo da para un post…
Que razón tienes.
La cuestión es que si piensan(pensamos) que el problema es de “comunicación” eludimos responsabilidad personal. La comunicación es algo abstracto y en cualquier caso, reparte miserias entre emisores y receptores.
Afrontar los problemas de cara requiere humildad y valentía. Eso se puede vender ?
Es verdad eso, Odilas, de que la comunicación se situa en terreno de nadie, entre unos y otros y la casa sin barrer…