Como cada otoño, mañana me voy a mi ciudad serena unos días, a que nos envuelva una niebla bien densa, a pasar de la dinámica del stacatto al tempo pianissimo. Claro que, como homo conneticus que soy, no creo que deje de compartir alguna mirada ociosa, ni permita que mi reader rebose. Trataré de tomar un par de decisiones y de repensarme un poco, aunque no me comprometo a nada, que para eso me retiro a la Respublica Serenissima, para dejar que las neuronas se abandonen, que vayan a su aire en lugar de al son de mi día a día.
Serán unos diez días, poca cosa o mucha en función de cuan sabiamente maneje el tiempo.
Venga pues. Hasta luego.
Urbanita para toda la vida, fugado en una isla mediterránea; filósofo y letrado que mola más que psicólogo, de apellido, social que, en mis tiempos, era una especialidad. Entre tanto título genérico me quedé con un perfil polimórfico y más bien metodológico. Desde la enseñanza a la consultoría, pasando por la estadística, la creación de [...]
¡qué envidia me das, con el día que he tenido hoy!
Qué disfrutes y nos ilustres a la vuelta
Yo tomaré tu relevo cuando vuelvas… Qué gustito da graduar las vacaciones…
Buen viaje amigo.
Te vas a una de las ciudades que tienen un pedacito de mi corazón. Por allí, esparramado por rincones, museos y puentes.
Que lo disfrutéis…y suerte con esas decisiones, el marco para darles vueltas es inmejorable.
Hasta pronto.
Bon viatge amic! amb aquest tempo tant alentit quantes bategades deu fer el cor per minut? dos, tres…?
A veces la hiper-conectividad es un poco indigesta. Qué suerte la tuya poder desconectar, y qué sitio más bueno para hacerlo. Haz, si puedes y te apetece, una escapadita a los Alpes de mi parte.
Gracias, gente, tomo el encargo de disfrutar estos días… Por ahora, ya he pillado una wifi para leer y contestar vuestros amables comentarios
Ya te digo, Félix, no tengo remedio…