A través de Blogpocket y en su ciclo de Blogguest (blogs invitados) me encuentro de nuevo con el blog Mujer, síntoma y cibercultura; al que ya le había echado el ojo pero que hacía tiempo que no visitaba. En su anotación de invitada, Marta Madrid nos habla de la realidad de las comunidades de talento que, de hecho, son las que desarrollan ese blog y otros en los que participa. No las llama así, claro, pero se corresponden a todo esto de lo que venimos hablando Alorza, Borja, Julen, Juan, dsanchezbote, Ramón, servidora y otros (aunque las llamemos de diferentes maneras). Sólo que, en este caso, se pone en marcha con una absoluta sencillez y por una causa obvia: estamos lejos y queremos seguir participando juntas en un proyecto de debate:
Me lancé a abrir un blog con la motivación de construir una plataforma colectiva de comunicación con un grupo de estudio de Granada (mi querida ciudad natal) [...] Como marché a Barcelona a continuar Bellas Artes, no podía asistir a las reuniones y me interesaba mucho crear una dinámica de intercambio con las compañeras.
Pero, para el caso de Mujer, síntoma y cibercultura:
Cuando conseguí publicar las primeras entradas quedé atrapada en un estado de euforia que cayó pronto en picado por la dificultad de las demás para aprender herramientas de uso de un blog. Hemos tardado varios meses en organizar un encuentro didáctico, y a pesar de que consiguieron editar un texto con imágenes e hipervínculos durante la sesión, no han conseguido participar ni escribir posteriormente salvo algunos comentarios.
En otros blogs (Coment_arte e Intempèrie), también pensados como herramientas de comunicación de grupos de interés, sí parece haber tenido éxito y lo atribuye a un factor generacional.
Buenos ejemplos, creo, de casos en los que ha pesado más el perfil de la comunidad que todos los esfuerzos por dinamizarla. Marta habla de grupos acostumbrados al intercambio de saberes y al debate en los que, pese a todo, lo que cuenta a la hora de consolidar la comunidad en la web 2.0 es el hábito de uso de las TIC. No creo, como dice ella, que el tema sea generacional, sino de actitudes y aprendizajes.
Comunidades de talento: haberlas, haylas; exitosas o solitarias; probablemente muchas más de las que creemos. Quizá los que queremos promocionar este tipo de prácticas deberíamos estudiar estas experiencias de éxito y fracaso. Seguro que nos darían algunas claves que ni imaginamos. Algunas pistas nos las da este post: Web application design through observation al que llego vía Denken Über. En él, Fred Oliveira nos dice, al respecto de un grupo de jóvenes emprendedores de web 2.0:
I noticed how many were out-of-touch with the real needs of their audience, and were set to please the early adopters, the 2.0 crowd, the people like you or me – clearly not the way to critical mass.
En traducción (muy) libre:
Me di cuenta de que muchos de ellos no estaban en contacto con las necesidades reales de su audiencia, y tendían a satisfacer a los “pioneros”, la gente 2.0, como tu o yo – Ciertamente, no se llega así a la masa crítica.
La gran preocupación ¿De quién hablamos cuando hablamos de la comunidad que nosotros queremos?
Pudiera ser que la emoción juegue un papel predominante en la puesta en marcha. Las comunidades bien pensadas, bien diseñadas, basadas en buenas estructuras de soporte quizá no sean sino “aburridos lugares donde ponemos cabezas y no tanto corazones”.
Hay una química por detrás que tiene parte de misterio. Habría que bucear en la motivación intrínseca de quienes participan y ver si allí se ha producido alguna conexión oculta para la gran mayoría.
Hay que probar. Y fallar.
¿Qué pensáis en aprendices de este tema? Vosotros sois una comunidad más o menos consolidada que seguro que tiene experiencias que analizar.
Creo que el “corazón” estará vinculado a lo social y la cabeza a la aportación de contenidos. En el caso de Marta, sin embargo, parece que lo que falla es el acceso al canal, las competencias.
Aunque no sólo las competencias fallan, este canal digital, que para muchos de nosotros puede llegar a ser hasta cálido, quizá, para otros, sea demasiado frío para mantener el componente emocional de la comunidad. Puede que las personas que son capaces de socializar digitalmente tengan alguna característica diferente de quienes necesitan el cara a cara físico para sentirse en comunidad.
Hay que probar, y el fracaso seguramente nos dé más información que el éxito.
Siguiendo con la parábola de Julen, el corazón lo pone la motivación de implicarse en algo que a uno le interesa, por eso es tan importante segmentar los temas, especializar los foros y las utilidades. En este sentido, esa comunidad del talento en realidad deberían ser muchas entrelazadas para atraer a peña variopinta: tecnologos e ideologos de la web 2.0, expertos en RRHH, empleo, emprendimiento; científicos, educadores, frikis destacados, empresarios, ingenieros, administradores y servidores de lo público… De hecho, con caracter general, los blogs, cuanto más especializados en sus contenidos más talentosos (masa crítica) reúnen a su vera virtual.
Por otro lado, es verdad que hay mucha cabeza, mucha web 2.0 y tics, se habla mucho de herramientas y wikis, pero eso son metacontenidos, realmente no deberían formar parte tan frecuente del debate sino sencillamente facilitarlo.
Acabo de recibir un correo de una profesional de la orientación que me envia un par de articulos para que se los publique en Yoriento. Ella no tiene blog propio, tal vez le suponga mucho esfuerzo tecnológico, pero ha tenido motivación para llegar hasta aquí, es “una de las nuestras”, esa masa critica que sólo requiere el meneo de un electrón, de un comentario, de un cariñito…
En Jurasic Park el científico esceptico decía “la vida se abre camino” en respuesta a que los dinos no podrían procrear porque eran todos del mismo sexo. Podríamos parafrasear y decir que “los contenidos buenos y especializados siempre encuentran su camino” a pesar de las tecnologías…
De acuerdo con lo de que hay demasiada metacomunidad. El amigo Alorza empieza a advertirme de que veo comunidades hasta en la sopa.
La anécdota de tu lectora es motivante. “Si no tengo acceso a las TIC, uso un canal secundario: tú”. Eso son recursos. Y tu ganas ¡Pasas de autor a editor!
Estoy muy alineado al comentario 4
Pienso que enlaza con una de las claves de la gestión piagetianas del conocimiento. La utilización de esquemas comunes para la vertebración de las ideas. Por eso no quiero blog propio. Basta con participar en los esquemas de los demás y las lineas vertebradoras del blog de los sueños de la razón coinciden bastante con mis esquemas y por lo que veo con otros.