¡No le íbamos a dejar sólo!
En serio, excelente entrada de Enrique Dans.
Porque todo es mentira. No somos criminales. En realidad, al descargarte contenidos para tu propio uso no violas ninguna ley. No amenazas nada ni empobreces a nadie, más que a quienes pretender vivir del aire o del cuento. A quienes aspiran a enriquecerse durante noventa y cinco años porque un día tuvieron un soplo de inspiración que creen que les aúpa a la naturaleza de los dioses. Sus esquemas son tan profundamente incoherentes, tan faltos de lógica, que hasta ellos mismos los violan sin darse cuenta. Simplemente, no tienen sentido, hagan lo que hagan y reescriban las leyes que reescriban. Son absurdos, ridículos e inoperantes. Las nuevas generaciones lo saben, y viven completamente al margen de ellos. Se descargan y comparten las canciones de los cuarenta principales en menos tiempo del que tardan en escuchar la propia canción. Van a conciertos, van al cine, pero también se descargan y todo lo descargable sin el menor atisbo de remordimiento ni culpa. Como debe ser. Y como tarde o temprano acabará siendo.
Otros también la han comentado:
- Criminales del CopyRight en Microsiervos.
- Todos somos criminales en Alt1040.
- Javier Limón: “Hacen falta leyes más duras contra la piratería” en Mangas Verdes.
- Viva internet de Marilink.
Otro artículo reciente de Dans sobre lo mismo, y también muy bueno: Mis impresiones del caso “Telecinco contra YouTube”.
Y todos, quiere decir todos, en todas partes…
Copyright Criminals es una iniciativa de Open Source Cinema.
Si no quieres que te copien, no publiques!!
Si quieres vivir de tu genio, sé genial.
Totalmente de acuerdo con el post.
Estoy de acuerdo, entiendo que el autor o creador de algo deba ser compensado por su esfuerzo o inspiración, pero todo tiene sus límites. Menos mal que la Generación “Y” se está haciendo cargo del problema con la desfachatez que los caracteriza. Tal vez cuando ellos nos gobiernen, ya habrán derogado estas estúpidas leyes que coartan nuestro derecho de disfrutar de lo que está allí y es nuestro por derecho humano.
El copyright obsoleto tuvo su papel, como las fábricas de hielo antes de las neveras. Pero si los del hielo hubiesen montado un lobby como el del culturetariado, estaríamos pagando canon por neveras y quizá por cada cubito producido.