¿No os están poniendo la mosca detrás de la oreja todos estos consejos que se nos vienen encima a raíz de la crisis anunciada? De repente parece que unos cuantos aspirantes a guru les ha dado por adoctrinarnos sobre lo importante que es, por ejemplo, ser eficaz y eficiente en estos apocalípticos tiempos que vienen ¿Antes no lo era? Más eficaces y eficientes en hacer negocio que las inmobiliarias en su burbujita de colores no he visto nunca empresa alguna; si hasta reciben ayudas cuando pringan.
También vocean mucho los que nos recomiendan creatividad e innovación, porque, ya se sabe, en los tiempos de crisis sobrevivirán los innovadores que no se arredran ante las dificultades; y a mí que todo este tinglado financiero que nos está llevando al supuesto desastre me parece, la verdad, de lo más creativo e innovador. Como si la innovación fuese buena por sí misma, un talento algo así como darwiniano ¿No se puede ser innovador para pillar el dinero y correr? Porque eso es lo que parece que ha pasado. O la emprendiduría (infame palabro) que también parece ser la solución para todos esos futuros desempleados, que no sé qué es lo que esperan para poner en marcha su empresa, con lo bonito que es ser empresario.
Por último, y me parece el colmo, están los que nos invitan a ser ¡inteligentes! Porque la crisis es una oportunidad para los astutos y listillos. Así que midámonos el coeficiente intelectual y si estamos por debajo del nivel de “espabilado”, mejor que emigremos a un país en desarrollo o empecemos a buscar plaza en un comedor público ¿no?
¿Qué pasa? ¿Que los iluminados acaban de descubrir esos dones de dios? ¿Que cuando no había crisis podíamos ser torpes, grises y estúpidos y no pasaba nada? Todos estos mensajes me suenan a los discursos de los vendedores timadores de potajes medicinales; en Internet empiezan a competir con los spammers de extensión de cipotes; pero desde foros y medios de apariencia mucho más seria.
Entre obviedades y barbaridades, la de tiempo de mi vida que estoy perdiendo leyendo esas cosas. Entenderéis que no ponga enlaces.
Perdón por el exabrupto, pero llevo unos cuantas entradas en el reader de esa guisa predicadora y me han calentado un poco.
Urbanita para toda la vida, fugado en una isla mediterránea; filósofo y letrado que mola más que psicólogo, de apellido, social que, en mis tiempos, era una especialidad. Entre tanto título genérico me quedé con un perfil polimórfico y más bien metodológico. Desde la enseñanza a la consultoría, pasando por la estadística, la creación de [...]
jajajaja! pero que gracia y que razón tienes; es que lo vuelvo a leer y no puedo estar más de acuerdo. Sobre todo en lo eficientes e innovadores que han sido algunos hasta ahora. Tal vez es hora de que repases lo que has incluido en tu Reader; super sano renovar en tiempos de crisis
Bienvenido a este sitio, Uxio, y sí, alguno he limpiado y, por cierto, me he apuntado al tuyo. Vaya curro que tienes
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Es tan fácil decir lo que la gente quiere escuchar (ocultando lo que tiene que saber)…. que se tienta cualquiera… hasta yo mismo, a veces, cometo ese error de promover “lucecitas de colores”. Pero, cuando se te pase el enojo, por favor, piensa si —NO es tu caso— no haber prestado atención a cosas como las buenas prácticas sobre el networking, o la innovación, entre otras cosas, no nos han llevado a esta crisis y sus devastadores efectos; o viéndolo «por la positiva», reflotar el “Sentido Común” sobre esas cuestiones ayudará a que los efectos no sean tan nocivos y nos podamos recuperar mejor.
Es que discrepo, Mario, el sentido común es el que nos ha traído donde estamos. El networking, la innovación no son buenas ni malas en sí mismas, son herramientas eficaces para conseguir objetivos. Siempre lo han sido. En la crisis no son mejores y aunque, desde luego, la escasez aguza el ingenio, predicar ser más inteligente que los demás no creo que saque a nadie de la crisis que han provocado otros.
¿Se pueden dar indicaciones? Sí, y mencionar técnicas también, pero para aguantar la crisis se necesitan indicaciones operativas, no recomendaciones de que uno ha de ser “innovador”. Eso es fácil, puede ser frustrante y es, desde luego, poco eficaz.
Pero soy un abogado del diablo y blog de poca fe, como sabes, va bien cruzar opiniones.
Un saludo!