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La reinvención del psicógrafo

psicografo.jpgHay días en la blogosfera en que las diosas se ponen de acuerdo para hacer converger informaciones e invitarte a escribir. Primero, leo en Enrique Dans su entrada sobre el Departamento de Precrimen. Al poco, un compañero me envia esta noticia de ABC y me sugiere que puede ser motivo de blogueo.

O sea, que los ingenieros informáticos, analistas, programadores y demás profesionales neocon de USA han decidido dedicar su tiempo y energías a adivinar en que andamos pensando cuando nos paseamos por sus aeropuertos. Así, dicen, a través de nuestros microgestos, podrán prevenir cualquier atentado terrorista por el expeditivo sistema de pillar al mal pensador antes de que llegue a perpetrar sus intenciones, ahora transparentes para las nuevas tecnologías del vídeo y del análisis de imágenes.

A más de uno se le habrá ocurrido la idea de invitar a alguno de esos cenizos agobiantes que tenemos por vecinos o compañeros de curro a darse una vuelta por la USA, a ver si le pillan pensando en ciscarse en Bush. Ahora que caigo ¿Que porcentaje de la población aeroportuaria en USA debe estar deseando que alguien le parta la cara a su presidente? ¿Se incrementará ese porcentaje cuando lean sobre esta nueva técnica antiterrorista? Imaginaos, entrar en el aeropuerto y a controlar todos tus microgestos (¡esa ceja, quieeeta!), a tener pensamientos positivos sobre Bush (¡que lindo es el desierto Iraki! ¡que felices, nuestras tropas allí!) y a amar de todo corazón al personal de desinformación sobre retrasos y anulaciones varias.

Pero ¿saben? todo esta inventado (menos la web 3.0, claro). Hace un ratito leí esta entrada en Dias del futuro pasado acerca del psicógrafo que, basado en la teoría frenológica (la relación de la personalidad con la forma del cráneo) establecía tu personalidad con una especie de secador de peluquería marca ACME .

“El aparato consistía en 1.954 piezas montadas en un bastidor de metal, conectadas, mediante una correa movida por un motor, con el interior de una caja de madera, que contenía las definiciones de 32 rasgos psicológicos. Cada uno de estos rasgos estaba clasificado de 1 (deficiente) a 5 (muy elevado) de modo que había 160 estados posibles, pero un número casi ilimitado de combinaciones.

El sujeto se sentaba en una silla conectada con la máquina y el casco se bajaba y ajustaba. El casco tenía 32 sondas, cada una con cinco puntos de contacto en la cabeza. El operador tiraba de una palanca que activaba el motor, el aparato recibía las señales de baja tensión del casco, obtenía la puntuación e imprimía la definición apropiada para cada rasgo.”

“En la actualidad, el psicógrafo se exhibe en el Museo de Aparatos Médicos Cuestionables.”

Ahí es nada, 1954 piezas y al museo ese sobre el que Carlos promete hablar en una próxima entrada. Al excéntrico museo espero que vaya a parar el invento este del Programa SPOT (Screening Passengers through Observation Techniques).

Resulta que no hay manera de aclararse con las señales y cartelitos aeroportuarios. No hay quien entienda las voces de sus altavoces de mal agüero. Nadie es capaz de explicarte porqué hay que hacer colas de tantos colores y formas para llegar al maldito avión. Pero ellos, tan listos, van a leer lo que pensamos de ellos y de sus progenitores que en mala hora se conocieron.

Ya digo (o blogueo). No puede ser casualidad tanta entrada conectada.

Publicado en Monstruosidades, Opinión.

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3 Respuestas

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  1. Carlos dijo

    Yo también espero que el invento acabe en ese museo ¡Es que no se les quita la manía de querer controlar a la gente!

  2. los sueños de la razón dijo

    Bienvenido, Carlos. Nos tratan como al enemigo. Y luego se extrañan de tenerlo.

    Ahora me fijaba en el titular de la noticia de ABC y parece que ya han conseguido identificar a los terroristas ¿Cómo se entiende, si no, que el título sea: “Un sistema de sensores leerá la mente de los terroristas en los aeropuertos de EE.UU.”? Ah, bueno, tranquilos, que sólo leera la mente de los terroristas.

    Tu entrada, realmente, venía al pelo en este asunto. 100 años hace del psicógrafo, para que vengan con estas. Hay que ver.

  3. Yoriento dijo

    No hay nada nuevo bajo el sol, estamos en una sociedad etiquetadora gracias a la psicologia cognitiva y a mentalismos varios. A la gente no se la intenta conocer por lo que hace en diferentes contextos, sino que se la intenta descubrir, conocer por lo que ES.

    Por supuesto, esto suele quedarse en aplicar adjetivos calificativos generalizas a los sujetos deducidos por rasgos externos concretos: cara de terrorista, pues ES terrorista; cara de solterón, pues ES solterón; nervioso en la entrevista, SERÁ un mal profesional; mató un perro, mataperros… La psicografía, como gran parte de la mala psicologia de siempre, es solo una tecnica más de etiquetaje.



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