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No se forman porque no quieren

Aula entonces, aula hoyLa formación, la educación… que temas tan manoseados. Leo en el Blog Salmón una entrada titulada Las empresas no forman porque no quieren. Fascinante. Resulta que las empresas no se están “aprovechando” de las ayudas para la formación de sus trabajadores y dejan un 40% del presupuesto para eso, para ayudar, sin poder concederse. La conclusión es que las empresas no se enteran o no quieren informarse, con lo buena que es la formación. Todo el mundo sabe o debería saber que la formación es buena para la productividad y para el negocio.

Es el discurso ortodoxo. Desde el lado de los que fomentan, promueven, diseñan y venden la formación el discurso se repite interminablemente y parece que nunca dejarán de preguntarse el porqué nadie les quiere, ni formarse quiere, con lo bueno que es y lo que vais a crecer si tomáis formación. Este discurso se ve reforzado porque, según un estudio veraz de alguien que no recuerdo, el nivel de inversión en formación en España es uno de los más bajos de Europa, dato que todo el mundo conoce pero que a todo el mundo se la trae al pairo.

Nunca se escucha la más leve autocrítica, nunca nadie hace la pregunta propia de cualquier empresa que (no) venda un producto normal en unas condiciones de mercado normales: ¿Qué pasa con nuestro producto que no se vende? A lo que cualquiera con un poco de sesera les respondería que:

  1. el mercado está saturado o
  2. tu producto no lo quieren ni que les pagues (que, de hecho, es lo que pasa literalmente).

La formación se ha convertido en un tema tabú. Si alguien ofrece formación, nada puede objetarse, se le debería comprar porque formarse es bueno. Pero nadie consigue establecer un estándar válido y homogéneo de la calidad de la formación. Todo el mundo habla de la dificultad de conseguirlo desde hace ya no sé cuántos años. Así que la formación es buena. Toda. Punto.

Al respecto, también encuentro en gabinetedeinformática el Documento Básico sobre TIC elaborado por el CNICE donde aparecen, otra vez, viejas reiteraciones: hay que aprender a lo largo de la vida, hay que aprender a aprender, la alfabetización es un concepto cambiante (por las NTIC y eso), hay que abogar por los aprendizajes en entornos virtuales, hay que modificar los roles de profesor y alumno… ¿No suena todo un tanto cansino a estas alturas? Son los mismos retos de siempre, un profesor de hace cien años probablemente diría cosas parecidas (excepto lo de virtual, eso no, eso sólo tiene unos 20 años) y seguramente no encontraría diferencias importantes entre los métodos y entornos de formación actuales y los que él conociese.

Pienso, porque lo observo, que la formación es un producto que a fuerza de subvenciones ha perdido cualquier exigencia de mínima calidad. Las entidades formativas andan mendigando alumnos y tienen que comerse sus cursos con patatas (el 40% de ellos, parece). Cualquiera puede ponerse en el papel de formador porque apenas se le exigen competencias específicas. Tampoco se le pueden pedir cuando formar es un negocio subvencionado donde los intermediarios se llevan la mayor parte del pastel y el formador las migas.

Es un debate enfermo y crónico donde los haya. Pero, por favor, hay que pensar un poco antes de echarle la culpa a las empresas o a la gente ¿Que no se forman porque no quieren? Vamos, anda.

Publicado en Formación, Monstruosidades, Opinión, Organizaciones.


12 Respuestas

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  1. Alorza dijo

    Has destapado la olla podrida, amigo. No puedo estar más de acuerdo.

  2. El hombre del Sur dijo

    Bueno, bueno, vamos a echar leña al fuego. Los que nos dedicamos a la formación vemos fenómenos bastante curiosos. El empleado que se beneficiaría de la formación tiene tanto curro que si se va uno o dos días (ni te cuento una semana) a hacer un curso, cuando vuelve tiene la mesa y el inbox hechos un lodazal. Los que deciden sobre qué ofrecer con su criterio de directivos (poder) obligan de vez en cuando a hacer cursos del tema x porque los necesitan los empleados (o porque sí: vamos a hacer un curso para toda la sección de trabajo en equipo, jo, jo). La calidad/eficacia de muchos cursos brilla por su ausencia como el maestro S/R nos señala. La dinámica al cabo de unos años es que a la mitad del personal se le ponen los pelos de punta cuando oye hablar de: y en enero haremos un curso sobre planificación estratégica… A la otra mitad nadie le pregunta: ¿y a tí en qué te gustaría formarte? Y si a alguien se le ocurre decir: podríamos hacer un curso de Y… va a oir algo así como: interesante… vamos a ver si podemos hacer algo en esa línea. Conclusión: ¿Por qué nadie aborda lo que quiere la gente, por qué, y establece un diálogo?

    Salut!

  3. Yoriento dijo

    Toda la formación es buena. Este es el principio erróneo sobre el que se sustenta la toma de decisiones, tanto de las organizaciones, de los intermediarios y de los sufridos alumnos o participantes.

    Si es que lo que falla es lo de siempre, la ausencia de un mínimo rigor metodológico, mínimo. Sólo con hacer un poquito de evaluación y/o con aplicar los resultados que dicen las pocas buenas evaluaciones otro gallo cantaría. En el caso de desempleados, a veces basta con una sola pregunta: Ya he hecho el curso, ¿donde está mi empleo?. Sólo un poco de método, por favor. ¿Es tanto pedir?

  4. Senior Manager dijo

    …es muy fácil decir que la culpa es de la calidad o cantidad de la formación cuando los que van de verdad a beneficiarse de ella no quieren simplemente formarse. Yo pienso que si los estudiantes no reclaman, tienen la misma culpa que el que proporciona la formación. Aún no he visto la primera protesta de estudiantes porque la formación es mala en España.

  5. ekaizen dijo

    En el ontorno laboral la formación da para debatir mucho; yo en 6 años he vivido casi de todo. Temporadas de trabajar 8 horas y 4 de formación “voluntaria” durante 4 ó 5 meses.
    Temporadas sin nada de nada de formación.
    Cursos en los que tenías que guiar al profesor para dar la clase porque no sabías de donde le habrían sacado.
    Cursos en los que el profesor estaba tan lejos del nivel de los alumnos que eras incapaz de seguirle.
    Y la última moda, al menos en lo que a mi se refiere, que los cursos que solicitas porque los necesitas como herramienta de trabajo o para mejorar tus capacidades no te los dan. Pero para compensarte te obligan a ir a otros que no te interesan ni lo más mínimo.
    De todo hay en la viña del señor.

  6. Potopof dijo

    No me jodáis el negocio que yo me dedico a eso. Toda la formación es buena: NO. Los directivos saben consultar y valorar las necesidades: NO. Los empleados saben aprovechar las oportunidades formativas: NO. La administración es capaz de absorber nuevas iniciativas más efectivas: NO. Hay que disminuir los fondos para formación: A VER QUIEN SE ATREVE. Hay que seguir formando: POR SUPUESTO. Por donde empezamos a cambiar: QUIZÁ MEDIANTE MODELOS FORMATIVOS MÁS FLEXIBLES AUNQUE NO POR ELLO MENOS RIGUROSOS QUE SIGAN MENOS EL ESQUEMA DE AULA, ALUMNOS SENTADOS, PROFESOR SOLTANDO ROLLO, EXAMEN FINAL, LISTADO DE ASISTENCIA. No os cuento más o me quedo sin negocio que en ello estoy.

  7. los sueños de la razón dijo

    Senior, pretendía centrarme en la formación para empresas. La reglada también tiene tema, pero es otra historia.

    Alorza, se destapó hace tiempo ¿Recordáis los escándalos de la formación para parados y la del FORCEM? Pero todo siguió más o menos igual.

    Sur, Yoriento y ekaizen, habláis de lo mismo ¿no? de una cuestión de método como el de la correcta detección de necesidades. Pero es que las necesidades siempre estarán condicionadas por los objetivos o los intereses. En cualquier caso, no creo que sólo el método y la evaluación sean la cuestión. Por encima está el entramado de negocio que a ver quién desmonta.

    Potopof tu lo explicas muy bien, pero a todos los “nos” no se puede responder sólo con modelos más flexibles ¿no?. Me inclino más por buscar respuesta a la pregunta de “a ver quién se atreve”…

  8. Dampyr dijo

    La formación es buena porque decir lo contrario no está reconocido abiertamente por (casi) nadie. La pregunta que echo de menos es ¿buena para qué?

    Que hay objetivos formativos es casi seguro (he visto “programas” que son un simple listado de contenidos) pero que haya objetivos de empresa supeditados al desarrollo (formativo) de los profesionales es otra cosa.

    La formación, si no es para nada más que para incluirla en el curriculum o para justificar una subvención, sólo es buena porque sí.

  9. los sueños de la razón dijo

    La formación como medio o la formación como fin. O la intervención instrumental versus el pedagogismo fundamentalista. That’s the question… o una de las cuestiones…

  10. amalgamadeletras dijo

    @Hombre del sur [¿y a tí en qué te gustaría formarte?] – Esta creo que es una pregunta que pocos de los que deciden INVERTIR en formación hacen a sus empleados.
    @Yoriento [Sólo un poco de método] – Creo que esto es parte del quid de la cuestión. La formación–por lo menos en la mayoría de los casos es estándar–fluye del formador al formado, del ‘que atesora el conocimiento’ al que (teóricamente) puede necesitarlo… Es difícil encontrar adaptación.

    Estoy también de acuerdo en que las decenas de miles de millones que la CE se gasta en subvenciones ‘prostituyen’ el mercado de la formación. Así de claro.

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