Ayer me explicaron que en una organización había entrado una consultora a hacer una descripción funcional de los puestos. Al excelso proyecto le llaman Reframing (un término neurolingüístico, ¿WTF?) y a la descripción de cada puesto Job Prescription (no description, no: prescription). Parece que lo consiguen a través de Interviewing a los Employees, becarios mediante. La consultora no os creáis que es una multinacional de la cosa, no, que es nativa y local.
La consultolabia campa por sus respetos y no es eso lo peor de la consultoría. En fin…
Lo peor es que después del “reframing”, “job prescription”, “interviewing” y de los “employees” venga el “downsizing” (de hecho lo de job prescription es ya un augurio)
No debemos olvidarnos de los que compran estos servicios de consultolabing, que o bien trabajan a comisioning, llevándose parte de la pasting o, casi peor, se dedican a hacer el idioting sin saber lo que compran.
JM
Es que cuando alguien saca la chistera y empieza a desplegar los palabros en inglés parece que todo es más “profesional”, que el que habla sí que está en el ajo y, por supuesto, te va a poder cobrar más (sale carísimo el centímetro cuadrado de neologismo innecesario).
Es curioso lo bien que funciona el truco a pesar de ser algo tan tosco, porque ¿acaso no es cierto que la gente que realmente sabe sobre su negocio y domina el tema es capaz de hablar de ello de modo sencillo y perfectamente comprensible?. Al buen conocedor no le hacen falta juegos malabares para convencer.
En el blog de arati… perfiles públicos, privados, mentiras, facetas…
Si se ofrece un plan Avanza, los consultores y todo hijo de vecino consultoril harán avanzing. Y si se ofrecen o licitan proyectos con objetivos confusos y difícilmente evaluables (en gran parte porque no interesa hacer evaluación), me parece razonable que los consultores y todo hijo de vecino consultoril hagan consultolabia.
¿Qué otra cosa podrían hacer? Ah, bueno, sí, pueden rechazar presentarse al proyecto y denunciar su dudosa eficacia. O pueden aceptar el encargo a la vez que denuncian su dudosa eficacia. Como poder…
En fin, de todas formas no hay que fijarse en galaxias empresariales lejanas para encontrar la consultolabia y la psicolabia de la peor calaña. Daros una vuelta por los blogs relacionados y ya me decís en quién confiaríais a vuestros más ilusionantes proyectos en función de las cosas que se escriben.
Y lo peor es que el consultoring que uno hace hasta acaba creyéndoselo. En estos casos “no se rompe el amor de tanto usarlo” sino que a los palabros propios les coge uno el gustillo y los acaba convirtiendo incluso en marca personal.
A ver quién tira la primera piedra
En el blog de Yoriento… Servicios públicos de empleo: ¿intermediación laboral o asistencia social? (468)
Aunque la mona se vista de seda…
No sé, no sé… De acuerdo con casi todo el mundo, porque con Yoriento… eso de que todo hijo de vecino vaya como desesperado a lo que marca la necedad… pues no. Pero sí es verdad que hay una psicopatología, con componente lingüístico, asociada a la consultoría. A base de ser sólo consultado, uno corre el peligro de olvidarse de que no todo el mundo asesorara, que hay gente que hace cosas .
Yo creo que hay clientes que si no le sueltas un rollo no te contratan, fíjate lo que te digo.
Y no defiendo con esto la consultolabing, sino que algunos jefes de rrhh deberían mirárselo… porque si le hablas de acciones concretas y resultados concretos parece que no eres el consultor “varita mágica” que prentenden.
En fin…
Claro, si buscan una varita mágica, un consultor (de los buenos) no vale, entonces necesitarán de palabras mágicas y sortilegios hermenéuticos… aunque, bien mirado, esa consultolabia no alcanza a ser eso ni de lejos. Pura horterada es lo que me parece a mí.