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A proposito de educar e instruir: citando a Sánchez Ferlosio

Rafael Sánchez FerlosioCuando alguien explica infinitamente mejor que uno las propias opiniones, mejor citarlo. De EL PAÍS domingo de hoy, en un artículo de Rafael Sánchez Ferlosio, “Educar e instruir“.

En alguna otra ocasión he deplorado la falta de confianza de Fernando Savater en “los contenidos” del conocimiento, en la medida en que, con respecto a la enseñanza pública, no se conforma con “la instrucción”, sino que encarece, casi como más importante, “la educación”. En ésta incluye hasta lo que llaman “espíritu crítico”; pero no sólo ocurre que el dicho espíritu crítico no puede ser materia de enseñanza, ni menos todavía de educación, sino que, por añadidura [...], es algo que sólo puede surgir precisamente de los contenidos: la extrañeza crítica sólo puede suscitarla la atrición entre dos términos del contenido.

“Esta contraposición educación versus instrucción resulta hoy ya notablemente obsoleta y engañosa”. Tomando la frase en serio habría que preguntarle si esa obsolescencia es un dato de hecho, como, por ejemplo, si es que hace tiempo que nadie se interesa por semejante distinción, o un dato de derecho, como que las más modernas doctrinas pedagógicas afirman positivamente que la dualidad entre las dos cosas debe desecharse por ser científicamente falaz y, por lo tanto, perjudicial. Pero ¿cómo se reintegra la engañosa disyuntiva? Por mi parte, si me pongo a imaginar una instrucción que sea al mismo tiempo educativa, se me ocurren fórmulas un tanto monstruosas: a la demanda de una “zoología educativa”, por ejemplo, se ajustaría una clasificación del reino animal que partiera de una división entre “animales dañinos” y “animales benéficos”, o bien, si se prefiere, entre “animales comestibles” y “animales incomestibles”.

A la postre resulta que es justamente el rostro absolutamente inexpresivo -sine ira et studio – del saber por el saber el que hace nacer en el sujeto, de su propia mente, la opinión y la conducta que la educación, a la manera de una trofalaxia, querría meterle en la boca ya masticadas y bien ensalivadas.

Empezaría por poner en entredicho el eslogan de “tratamiento personalizado” con que algunos colegios caros encarecen sus ventajas; [...] no es, evidentemente, el Teorema de Pitágoras el que debe adaptarse a las condiciones personales del alumno, sino éste el que debe adaptarse a la esencial impersonalidad de ese teorema. Finalmente, nuestro principio de impersonalidad pondría coto a otra más peliaguda y escabrosa cuestión: la de la perturbadora intromisión de los papás y las mamás en las tareas de la enseñanza. El famoso “derecho” de semejantes figuras de elegir para sus hijos la enseñanza que deseen lo ejercen contratando el colegio que prefieran, pero aquí debería acabarse todo. Los padres tienen con el hijo una relación privada y personal; va contra la naturaleza pública de la enseñanza, donde debe primar en solitario la impersonalidad [...]

Las democracias de hoy muestran enormes resistencias frente a la sola idea de “prohibir”. Con todo, prohibir me parece un punto más democrático que “impedir”: el que impide pone un obstáculo en las cosas, el que prohíbe apela a la persona, aunque sea bajo amenaza de castigo. Diré que, por mi parte, no tengo prejuicio alguno contra las prohibiciones; si tuviese un cargo, no tendría reparos en prohibir, salvo el conocimiento de su inutilidad. Me refiero a la inutilidad que consiste en una desobediencia total y generalizada. La inutilidad o imposibilidad de prohibir es uno de los efectos más desastrosos de la democracia como partitocracia selectiva.

Opiniones, como poco, valientes entre las que imperan últimamente en nuestras democracias fundamentalistas. Casi, claro, totalmente de acuerdo.

(Los vínculos en las citas son míos)

También comenta el tema | El Café de Ocata.

Publicado en Citas, Educar, Opinión.

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6 Respuestas

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  1. sea dijo

    A mi también me llamó mucho la atención el posicionamiento intelectual sobre la enseñanza de Rafael Sánchez Ferlosio por la envergadura de la frase ¨prohibir me parece un punto más democrático que impedir¨. Evalué ese comentario durante la tarde del domingo y llegué a la conclusión carrozona que desgraciadamente en educación algunos tiempos pretéritos fueron mejores.

    Mi tesis la sostengo en la hipocresia de lo socialmente correcto que inunda el sistema público. Todos pueden llegar, todos somos iguales… (una mierda!) La propia búsqueda de la excelencia como estrategia educativa va en contra de ese discurso falsamente democrático ya que por definición los mejores solo pueden ser unos pocos, no todos.

    Esa inoculación del sistema educativo ha llevado a la parálisis pedagógica porque argumentar y convencer con ideas no esta de moda ya que se prefiere porque es más cómodo y campo abonado a la mediocridad la manipulación de los sentimientos mediante el uso de emociones chantajistas

    Vivan los vagos…

  2. los sueños de la razón dijo

    Tu punto de vista sobre los mejores, así, en general, me parece un tanto exagerado (¿los mejores en qué?); pero, por lo demás, estoy de acuerdo y coincide con la posición de SF contraria a la personalización.

    Impera ese fundamentalismo democrático que pretende igualar a todos por el mínimo común múltiplo. Así, hay que igualar por el listón más bajo de cada uno en cada tema. Se pierde entonces el concepto de igualdad como equidad (a cada cual lo suyo). La equidad supone un esfuerzo de valoración exhaustiva de méritos y características, algo que lleva mucho trabajo, es complicado y, sobre todo, posiblemente conflictivo… es más fácil renunciar a la utopía y sustituirla por esa igualdad de mínimos.

    Si alguien no llega, aquí no llega ni dios.

  3. Yoriento dijo

    SEA, la gente no “nos convencemos” con ideas sino con emociones o, si me apuras, con ideas que están asociadas a emociones. Un tio de derechas cree que “los pobres se lo merecen”. Esta proposición le parece “razonable” porque se siente bien con ella, y no al contrario. Soy bastante esceptico con la supuesta racionalidad humana. Las emociones y lo emocional (y su manipulación evidente o no) son herramientas habituales en educacion, publicidad y relaciones personales.

    La igualdad en el acceso a derechos es la piedra angular de la democracia, pero sobre todo del mantenimiento de la paz social y la convivencia. Nos frustra no conseguir lo que queremos, la chica más guapa, el mejor empleo, que el tio del banco nos respete…pero lo aceptamos y no nos volvemos agresivos (no demasiado, aunque depende de casos) porque TEORICAMENTE o formalmente hemos tenido las mismas oportunidades que los demás.

    Pero creo que estamos pasando de esta sociedad de la igualdad, a la del igualitarismo y del individualismo. No me conformo con tener los mismos derechos, sino que quiero obtener lo mismo que el que más obtiene, producto del consumismo que nos crea la ilusion que todo se puede comprar, que no hace falta ganarlo o sudarlo, que los que más tienen no se lo merecen necesariamente (o en ningun caso)

    Además, cuando el Estado restringe los derechos o impone obligaciones no me conformo, me considero un individuo especial y debería tener privilegios, como Aznar cuando habla de beber y conducir, o como los adolescentes que hacen botellon. Podriamos hacer un post conjunto con estos temas, igualdad, igualitarismo, prohibiciones, obligaciones, impedimentos…

  4. sea dijo

    Interesante arranque.

    Me disfrazaré de diablo y azuzaré con el tizón la conversación.

    Por alusiones conviene insistir en la definición de los mejores. En este comentario he hecho servir la estadística clásica y el concepto de los mejores se ha planteado desde una perspectiva puramente gaussiana de distribución normal de poblaciones.

    La famosa campana de Gauss o mejor aún; la distribución normal estandarizada permiten explicar múltitud de fenomenos biológicos, psicológicos y sociales así como su aparición en el medio tal y como señala la santificada wikipedia. Conceptos como la inteligencia o valores como mejor, peor, guapo o feo son estocásticamente explicados mediante la función estadística de la distribución normal.

    Eso mal que le pese al sistema educativo nos lleva a que haya pocos peores, muchos normales y pocos mejores… Vosotros, compañeros de tertulia virtual, teneis un background formativo en estadística y supongo que aceptareis que la distribución normal es una teoría sólida para fenómenos sociales como el que nos ocupa desde hace al menos 200 años

    En cuanto a las emociones, la igualdad de derechos, la entelequia del estado bondadoso como un perro lanero y todo ese conjunto de zarandajas; la verdad es que estoy de acuerdo en que la sociedad evoluciona hacia una impronta emocional como elemento diferenciador en sus criterios de toma de decisiones y creo que es debido a la comercialización de cualquier aspecto de la vida.

    La presión del mercado tiende a la infantilización ególatra de los miembros de cualquier sociedad occidental pero disiento enormemente del mainstream. Pasemos del discurso del quiero/me gusta/más y vayamos a otro sobre el debo/toca/te jodes porque hablamos de la Educación. Cimientos y estructura. Futuro.

    Conviene afinar y quitarse la máscara porque la igualdad de acceso hace muchos años que esta asegurada. Se debe priorizar la potenciación sistemática de los mejores en lugar del igualitarismo de pana por abajo y la fragmentación de las competencias administrativas en educación. Guste o escueza, el futuro demandará personas especializadas y competentes en lugar de usuarios de benefits…

    Por cierto, tomando cañas soy más simpático y, aunque no lo parezca, progresista pero me revienta la delación de funciones en educación.

  5. los sueños de la razón dijo

    Ok, sea (que es sinónimo de “amén”); pero tozudamente insisto. La curva de gauss se aplica a magnitudes concretas. No hay mejores en general. Hay escasas puntuaciones altas y bajas en los extremos de la curva en relación a un parámetro. Así, uno puede ser alto y con CI de 80 o un genio pelirrojo. Sé relativo, brother.

    Te toca, Yoriento.

  6. sea dijo

    Me encanta el calorcillo de la charla.
    Evidentemente cualquier valor debe estar asociado a una variable. Es cierto, no se trata de decir los mejores en general de hecho tampoco lo pretendia, sino que lo dejaba huerfano para que los lectores asociaran ¨los mejores¨a cualquier variable educativa que quisieran definir pej Matematicas, Literatura, Fisica….
    En cuanto a la relatividad que quieres que te diga sensei, a menudo pienso que es una de las grandes debilidades de nuestro sistema prefiero el concepto de flexibilidad.
    Por cierto el nick name SEA era por lo que significa traducido en ingles pero me gusta la posibilidad de travestirlo a un cabezota amén en castellano barrunto.



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