Lo peor del tema del liderazgo es la palabra líder.
Ya he insinuado en alguna que otra ocasión mi tesis que sobre lo perjudicial que era usar esa palabra cuando estamos hablando de dirección de equipos profesional.
- Quizá me tomo demasiado en serio las connotaciones de las palabras, pero es lo que hay, y la palabra líder me lleva a la imagen de una persona que sin preparación formal ni cargo explícito es capaz de movilizar a un grupo, de manera natural y coyuntural.
- Un líder funciona en un contexto y no es más que un menda en otro. Los grupos son más sabios (o más puñeteros) de lo que parecen y es el grupo el que otorga el liderazgo a alguien cuando necesita de coordinación o de toma de decisiones centralizada. Cuando deja de ser necesario o encuentra a otro menda que lo haga mejor, el líder vuelve a ser menda y otro menda se hace líder.
- Se suele asociar líder con directivo, supongo que es por que en la literatura de los recursos humanos algún manipulador profesional un tanto pusilánime decidió que lo de jefe, director, etcétera era malsonante en la cacofonía de la modernidad. Líder quedaba mucho mejor, se podía vender más y era mucho más guay hablar de liderazgo que de dirección o jefatura.
- Sin embargo al directivo no lo nombra el grupo que lo necesita, sino que lo nombra alguien que está bastante por encima y bastante alejado del grupo. De hecho, la persona que pasará a ser un directivo no lo es por sí misma, por su encanto y por su personalidad, sino por que ocupa un puesto de trabajo que alguien diseñó, donde se ubican una serie de funciones de coordinación, de toma de decisiones de cierto nivel, de gestión de recursos generales, etcétera.
- Entonces, a esa persona sentada en un sillón de un despacho que pone “dirección” o así, van y le dicen que ha de estudiar para líder y, como suena bien, se lo cree y empieza a recibir cursillos que le explican que todo su trabajo se basa en la psicología de feria, que los conceptos que cuentan en su puesto son inasibles, esenciales y superlativos.
- Nadie le va a explicar que coordinar y gestionar equipos es un oficio que se puede aprender, para el que, como siempre y para todo, hay gente dotada, gente incapaz y gente normalita, que dirigir bien puede (y debería) medirse, que ser directivo no es devenir en una entidad superior emanadora de energía motivadora y sexy. Tampoco le explicarán que, en efecto, hay directivos malos de cojones por que, simplemente, son malos directivos profesionales y no por que les falte aura alguna.
- De hecho, deberían explicarle que si alguna vez se sintió líder en algún grupo, pues que eso se acabó desde que le nombraron directivo; que el grupo al que va a dirigir no le ha elegido y que el carisma que tiene entre sus familiares y amigos en el curro le va a servir de bien poco como no espabile y se dé cuenta de que lo que vale en el equipo son los actos pensados, planificados y puestos en práctica con la misma profesionalidad que un zapatero hace zapatos.
- Con todo eso, no negaré que hay personas capaces de ilusionar y hasta de hacerse querer al tiempo que marcan objetivos y los consiguen con su equipo. Ni negaré la parte emocional y de relaciones que conlleva ser un buen directivo; pero eso es lo que no se aprende en cursos y hasta diría que no es lo más importante. Si un directivo es profesional y capaz de organizar el trabajo y las metas de un grupo será estimado por añadidura. El mejor indicador de esa estima es que el grupo consiga los objetivos que el directivo marca y los haga propios; y sí, por supuesto, con participación y escuchando, claro, faltaría más a estas alturas de la película.
- Quien no escuche, quien no sabe hacer participar, quien no disfrute y sea capaz de sacar jugo a una conversación con el equipo no conseguirá apenas nada relevante; pero alguien así, simplemente no debería ocupar ese puesto; no es que tenga el liderazgo bajo.
- La imagen de líder que me viene a la cabeza, cuando se aparece la palabra ante los ejecutivos de algún evento empresarial, es la del Flautista de Hamelín… y recordad cómo acababan las ratas del cuento; de los niños nunca más se supo.
Quizá en un contexto open, el concepto de líder me sea más cómodo por lo que tiene, precisamente, de coyuntural y en función del proyecto concreto. Pero en las estructuras tradicionales, lo del liderazgo me parece una tomadura de pelo que se ha convertido en una creencia compartida, algo así como un Grial pero en cutre.
Me ha salido un decálogo sin intención.
Llego tarde, pero ¡qué buenísima entrada!
Líbrenos Alá de los líderes carismáticos, que de los líderes a secas ya me libraré yo.
¿Cómo que llegas tarde? ¡Pero si eres el primero! Gracias, Alorza. Nos leemos.
Hola, el articulo me parece una descalificación generica, y como generica que es, no refleja la realidad, entiendo que hay muchas personas en el mundo real que no pretenden ser lider, pretenden simplemente ser capaces de solucionar problemas, hacer un esfuerzo diario para comunicar que hay que hacer cosas que cambien un sistema de trabajo. En este momento tan dificil de las económias locales, hay muchos directivos, que intentan comunicar que hace falta ahorrar, que hace falta cambiar los metodos de trabajo, que es facil entre todos repartir cargas de trabajo, y esto es ser un buen directivo. Las palabras en ocasiones parecen que son capaces de cambiar la realidad, pero la realidad la cambian los hechos. Da lo mismo que se llamen lideres o que se llamen directivos, que se llamen buen trabajador, que se llamen personal responsable, lo importante es tener paciencia y día a día modificar el comportamiento de uno mismo y tratar de contar a los demas que hace falta el cambio, para que se unan al grupo y encontrar sistemas de mejoras que los hay,
No entiendo el porqué de tu comentario. El artículo no descalifica a los directivos o a los “jefes” de toda la vida, sino al concepto de líder que, precisamente, supone que los jefes deben se ser más que lo humanamente exigible. No creo que nadie quisiera ser líder si la consultolabia barata no estuviese vendiendo esa idea a todas horas. Me lo he vuelto a leer y no consigo entender porqué lo consideras una descalificación general de los directivos… pero, en fin, una vez escrito uno no es dueño de las interpretaciones de los demás… Un saludo.